Si hay una figura en el mundo de la moda que se ha ganado la admiración absoluta a lo largo de la historia y todo el ancho del planeta, esa es, sin duda, la de Cristóbal Balenciaga. El diseñador y modisto español es uno de los nombres más relevantes e influyentes de la industria, venerado por su maestría y dominio de la aguja, así como su visión escultórica de las prendas, su conocimiento de los tejidos y su interpretación de la figura femenina. Sus creaciones, revolucionarias y una constante fuente de inspiración para sus compañeros de profesión, se caracterizan por la pureza de sus líneas, los volúmenes de sus siluetas y una ejecución impecable en la técnica. Tal y como él mismo rezaba, “Un modisto debe ser arquitecto de la forma, pintor para el color, músico para la armonía y filósofo para la medida”.
En Getaria, lugar de nacimiento del creador, se encuentra desde 2011 el Cristóbal Balenciaga Museoa. Un centro cultural que rinde homenaje a su trayectoria profesional y su perfil personal, con el objetivo de preservar y hacer más accesible el valioso legado cultural que nos dejó durante sus años en el oficio. Así, su colección no solo está compuesta por indumentaria y complementos, sino que también se pueden encontrar objetos personales, bocetos, documentos de trabajo, revistas de moda o testimonios de trabajadores de su taller.
Un año más, como parte de su formación en moda, los días 31 de marzo y 1 de abril los alumnos de los Masters Vogue-UC3M en Imagen de Moda: Estilismo y Medios Audiovisuales y Comunicación de Moda y Belleza viajaron hasta este pueblo pesquero del País Vasco para visitar el Cristóbal Balenciaga Museoa y conocer de cerca el trabajo del gran maestro de la alta costura.
La actividad consistía, primero, en una visita guiada por la exposición Balenciaga Carácter, organizada en el contexto del 50 aniversario de la muerte de Cristóbal Balenciaga, que se conmemora este 2022. La muestra explora una nueva perspectiva de su obra, nunca antes transitada, y centrada en la esencia y los detalles que hacen reconocibles y únicas cada una de sus piezas. Tal y como les explicaron, tras cada pieza se esconden un sinfín de elementos que conforman el verdadero carácter de “un Balenciaga”: etiquetas, enaguas, dobladillos, bolsillos, siluetas, bordados… Todo un mundo interior que se puede descubrir en cada una de las 90 piezas que componen la exhibición.
Al terminar, los alumnos también pudieron ver la exposición Balenciaga. La elegancia del sombrero, dedicada a las cinco tipologías de sombrero que Balenciaga usaba como base para confeccionar sus exquisitas creaciones. Durante sus años en París, este complemento se convirtió en una pieza indispensable de la indumentaria femenina, que el creador elevó a la categoría de alta costura a través de sus elegantes y singulares diseños.
