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Tissa Fontaneda, o el lujo ‘made in Spain’ que diferencia a las mujeres elegantes

POR María Palomares

Tissa Fontaneda en su showroom de Madrid.

Tras sus clases en el Máster VOGUE en Dirección de Empresas de Moda y Belleza, charlamos con la fundadora y creadora de estos bolsos de autor con sello español para conocer todos los detalles sobre la firma y su emblemática “piel burbuja”.

Entender la artesanía como verdadero lujo cobra sentido al ver un bolso de Tissa Fontaneda (Múnich, 1965) por primera vez. La emprendedora alemana ha conseguido dotar a su firma homónima de esta categoría gracias a la calidad, durabilidad y estética de sus piezas. Exentos de logos y etiquetas, sus originales bolsos “bubble” o de “piel burbuja”, símbolo insignia de la casa, son reconocibles a primera vista y ya se han convertido en objeto de deseo entre royals, celebridades y mujeres elegantes dentro y fuera de nuestras fronteras. ¿Algunas de ellas? La Reina Letizia, Sofía Palazuelo, Valentina Suárez-Zuloaga, Jennifer Garner o Rania de Jordania. Incluso el personaje interpretado por Calire Danes luce uno de estos emblemáticos modelos en la última temporada de Homeland.

Fabricados a mano en España, sus diseños se confeccionan siguiendo un modelo de producción y consumo ético. Para ello, utilizan únicamente cuero de la mejor calidad procedente del norte del país y aprovechan el excedente para producir otros accesorios, como llaveros y carteras, o para crear uno de sus modelos más icónicos, el Bucket Bag Patchwork, en el que ofrecen la posibilidad de personalizar los colores con los restos disponibles en el almacén.

Tissa cuenta con una sólida trayectoria en la industria de la moda. Primero en firmas de la talla de Loewe, Cartier o Louis Vuitton, y desde 2010 en su propia firma de complementos. Este año, además, se ha estrenado como docente en la primera edición del Máster VOGUE en Dirección de Empresas de Moda y Belleza. Tras una inspiradora masterclass a nuestras alumnas, en la que explicó cómo gestionar e impulsar una firma de moda a través de su experiencia personal, visitamos su showroom de Madrid, ubicado cerca de la Plaza de Oriente y el Palacio Real, para conocer con más detalle su trayectoria y cómo ha logrado posicionar sus bolsos entre los más codiciados del momento.

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CORTESÍA DE TISSA FONTANEDA

¿Cuándo y cómo comenzaste tu trayectoria profesional en la industria de la moda?

Estudié Filosofía y Letras en Italia, en la Universidad de Turín, pero siempre había querido trabajar en la industria de la moda. A pesar de que mi francés no era muy bueno, decidí irme a vivir a París para perseguir mi sueño. Encontré mi primer trabajo en Swarovski y Hervé Leger, haciendo bolsos de noche con piedras de Swarovski y bordados. Cinco años después me llamaron de Loewe para desarrollar una colección de bolsos en colaboración con Thierry Mugler, así que me mudé a Madrid y me uní al equipo. Loewe fue adquirida por el grupo LVMH y su presidente entonces, Yves Carcelle, me propuso ser la jefa de Producto de la línea de accesorios de la firma, bajo la dirección de Narciso Rodríguez. Estuve en ese puesto hasta que llegó un momento en el que sentí la necesidad de tener algo mío, de hacer algo más personalizado, más creativo… Y en 2010 di el paso y lancé mi firma, Tissa Fontaneda.

Cuando lanzaste tu firma, la sostenibilidad todavía no tenía la relevancia actual dentro de la industria. ¿Por qué elegiste crear una firma de bolsos con este componente?

Realmente no nació como una firma de bolsos con la etiqueta de sostenible, pero es cierto que en mi caso, tanto por el proceso de producción artesanal como por la materia prima que utilizamos sí pueden ser considerados como tal. Mis bolsos están hechos de piel, un material que en sí mismo es sostenible, o al menos yo lo considero así, siempre y cuando se obtenga de manera natural. Es decir, que provenga de la industria alimentaria para darle este segundo uso, ya que no muere ningún animal a propósito para conseguirla. Al mismo tiempo, para mí también es muy importante quién está detrás de los productos que hacemos y que éstos estén hechos en España. Es cierto que algunos detalles los hacemos fuera, por ejemplo, en Italia, pero siempre dentro de la Comunidad Europea para mantener al máximo la proximidad.

¿Te has topado con dificultades a la hora de posicionar tu firma en estos 12 años?

No ha sido fácil, la verdad. Sobre todo porque somos una empresa del sector del lujo un poco atípica dentro de la industria. Por ejemplo, un día tuve una conversación muy muy interesante con la compradora de Harvey Nichols en Londres. Había visto la colección y yo quería venderla allí, pero no era posible por una razón que ella misma me explicó: "Posicionar tus bolsos en un gran almacén como Harvery Nichols es complicado. No los puedo poner en la parte de grandes marcas, donde encajarías por precio, ya que ahí la gente va a comprar las firmas de lujo más conocidas. Sin embargo, tampoco puedo ponerlos en el grupo de los bolsos que llamamos new brands, ya que se trata de submarcas u otras que son un poco más desconocidas, porque por precio no encajas”. Este ha sido, digamos, el mayor inconveniente que hemos tenido durante años. Por suerte, aunque ha llevado tiempo, hemos conseguido solucionarlo. Era importante que la marca se hiciera cada vez más conocida, ya que la gente ha aprendido a apreciar nuestro trabajo y, por ende, a entender nuestros precios. El hecho de que nuestra producción esté localizada en Europa y no en otro sitio, los artesanos con los que trabajamos en España, el tipo de piel que utilizamos…. Que se conozca todo eso ha hecho que, poco a poco, el público entienda y acepte nuestro posicionamiento, como una marca de lujo.

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CORTESÍA DE TISSA FONTANEDA

¿Por qué elegiste España para fundar tu firma?

Vivo aquí desde hace más de veinte años, pero además, la piel española es la mejor en el mundo. Es, con diferencia, la de mayor calidad por la materia prima de base, de la que luego los curtidores obtienen un producto excepcional. También en España hay todavía una gran tradición artesanal, hay muy buenos proveedores y se pueden hacer cosas muy bonitas.

¿Dónde se fabrican tus bolsos actualmente?

Nuestras fábricas principales se encuentran en el sur y aquí, en Madrid. La más importante para nosotros estaba en Ubrique, Jaén, con la que seguimos trabajando, pero poco a poco estamos centralizando más la producción en Madrid, ya que es más fácil para nosotros y hay muy buenos artesanos.

Tengo entendido que crear tu emblemática “piel burbuja” es complejo y bastante laborioso, ¿podrías explicarme con más detalle cómo se lleva a cabo este proceso?

La verdad, es difícil de explicar con palabras, porque es más o menos un secreto industrial. A rasgos generales, la burbuja está creada a base de cuero napa. Está hecha con vapor y un trozo de piel bastante grande. Después, la técnica que empleamos hace que ésta se haga más pequeña, como que se encoge. El problema es que con este proceso siempre hay una reacción distinta respecto al color. Entonces, hay que hacer muchas pruebas durante el proceso de producción. Es un procedimiento muy complicado, muy costoso y muy largo. Pero el resultado merece la pena.

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CORTESÍA DE TISSA FONTANEDA

¿En qué te inspiraste para crear la burbuja?

Siempre me ha gustado mucho el cuero napa, porque es una piel muy blanda, como muy amorosa. Lo que ocurre es que la base de esta piel me gusta quizás más en la ropa, en pantalones, chaquetas o camisas. En bolsos, sin embargo, siempre me ha parecido un material un poco simple y tenía ganas de hacer algo con ella, interpretarla, hacerla "bubbly". A lo largo de los años he conseguido materializar este deseo. Gracias también al proveedor que tenemos, que sin él, obviamente, no hubiera podido hacerlo. Los diseñadores podemos tener muchas ideas y ser muy creativos, pero si no tienes quien te lo haga, nunca puedes dar vida a esas ideas. Y tenemos la gran suerte de que en España hay gente que lo hace, y muy bien.

¿Usáis algún material más aparte de la piel napa?

Sí, también utilizamos mucho la piel de ternera, y la próxima temporada de verano, por primera vez, vamos a usar rafia en colores personalizados. Siempre intentamos hacer otros modelos con otros materiales, combinándolos con nuestra tradicional burbuja. También acabamos de lanzar una colección cápsula de ready-to-wear que se vende en España y en nuestra tienda de Londres, en el barrio de Marylebone, hecha principalmente con algodón orgánico, mezclas de lana y cachemir y algunos adornos en piel de cordero, y con estos tejidos hemos conseguido emular el efecto burbuja en ponchos, vestidos, abrigos… Para la nueva colección hemos reinterpretado el logo en una organza y de forma un poco psicodélica, y estamos expectantes de recibirla para ver el resultado.

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CORTESÍA DE TISSA FONTANEDA

Estéticamente, ¿cómo definirías Tissa Fontaneda?

En tres palabras: sencilla, diferente y reconocible. Si ves una persona por la calle con un bolso Tissa Fontaneda lo reconoces por su estilo y por su piel burbuja, no por el logo o el nombre. Tiene una estética propia y original. Para mí lo más importante es que mi producto se diferencie del resto por el diseño, por la materia prima que usamos, por la interpretación que hacemos de la piel… En definitiva, que se note la calidad a primera vista y sea considerado como un bolso de lujo por todos esos aspectos, y no por su etiqueta.

¿De qué manera te ha servido tu experiencia en firmas como Loewe a la hora de lanzar tu firma?

En primer lugar, conocer a los proveedores, porque cuando estás en una empresa así trabajas con artesanos y profesionales muy buenos, conoces proveedores, descubres tipos de pieles… Cuando estaba en Loewe, especialmente para la colección de Thierry Mugler, no hablaba apenas español y me pasaba el día en el taller mirando cómo trabajaba el equipo sin entender ni una palabra de lo que decían. Eso fue impresionante, ver a la gente cómo trabajaba con sus manos y hacía cada bolso… Ahí fue donde aprendí todo. Al no entender el idioma, toda mi energía y todo mi interés estaban puestos en el trabajo manual. Y, además de aprender, eso te hace enamorarte de la profesión. Para mí el momento más feliz de mi trabajo es estar en la fábrica, y eso lo aprendí en mis anteriores etapas. Después, cuando llevas una empresa propia, te toca pasar muchas horas con facturas y otros temas más administrativos. Pero lo que realmente me hace feliz es estar en una fábrica con los artesanos o con los modelistas y mirar lo que hacen. Eso es precioso.

¿Cuál es tu opinión acerca del panorama actual de la moda en términos de sostenibilidad?

Sin duda, es el futuro y lo que, a día de hoy, todo el mundo parece querer lograr. El problema es que hay que tener mucho cuidado con el greenwashing y prestar atención para ver qué empresas están aplicando soluciones reales y cuáles lo utilizan como estrategia de marketing. Lo primero de lo que hay que hablar es: ¿qué es realmente la sostenibilidad? Por ejemplo, para mí una piel hecha a partir de plantas en Brasil, está muy bien, pero después hay que trasladarla a otros países. Y eso puede ser menos sostenible que la piel que yo utilizo, que es nacional y se obtiene cumpliendo con todos las leyes de producción sostenible y estándares de calidad.

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CORTESÍA DE TISSA FONTANEDA

¿Te has planteado lanzar alguno de tus bolsos en “piel” que no sea animal?

Me encantaría y hay opciones muy interesantes, aunque se trata de un proceso de industrialización y comercialización lento. Por ejemplo, esta nueva piel hecha con hongos, Mylo, me interesa mucho, pero todavía está en fase de estudio. Además, cuando esté disponible a las empresas pequeñas como nosotros nos tocará esperar, ya que en la lista primero van las grandes firmas. No obstante, estoy absolutamente a favor de estas alternativas y sería genial poder usarlas algún día para crear uno de nuestros modelos. ¡Burbuja incluida!

Además de tus tiendas físicas en Madrid y Londres, ¿a través de qué canales de venta se pueden comprar tus bolsos y en qué países?

Nuestros bolsos se pueden comprar en nuestra web y en distintas plataformas multimarca. Actualmente vendemos en Europa, Estados Unidos y, recientemente, hemos empezado en Sudamérica. Donde no estamos presentes todavía es en Asia, porque es verdad que ahí la demanda es, sobre todo, de grandes firmas, y las marcas de nicho, como Tissa Fontaneda, están todavía un poco atrás. Pero no es algo que nos obsesione. Nuestro crecimiento es orgánico y queremos que siga siendo así. Es lo que mejor nos ha funcionado.

¿Tienes en mente algún nuevo proyecto para la firma? Alguna colaboración, un lanzamiento de un nuevo modelo...

Sí, justamente ahora estamos inmersos en la nueva colección. Además de seguir con nuestros modelos clásicos, que son nuestra insignia, en cada colección siempre intentamos reinterpretar la burbuja. Por ejemplo, para la próxima temporada la estamos haciendo para que se vea como el estampado de cebra. Y también vamos a fabricar lo que llamamos la “burbuja denim”, que simula el tejido vaquero. En ese sentido tenemos preparadas muchas novedades, incluida la colección de ready-to-wear.

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