Cantaba la folclórica argentina Mercedes Sosa al cambio en uno de sus grandes éxitos. Sobre lo que “cambió ayer, tendrá que cambiar mañana”, y ante esa fuerza de la naturaleza, debemos celebrar tanto lo vivido, como la oportunidad de un nuevo comienzo. Con este sentimiento, los alumnos y alumnas del curso Condé Nast College 2023 se despidieron la semana pasada del que definieron como “uno de los mejores años de sus vidas” en la fiesta de clausura de su promoción.
Fue en El Club de Tiro de Madrid, ubicado en El Pardo, un lugar célebre no sólo por sus instalaciones sino también por su entorno –rodeado de los bosques mejor cuidados de Europa. En la fiesta, los estudiantes hablaban con nostalgia del emocionante año vivido: los viajes, las visitas a los showrooms y desfiles, los contactos realizados con algunas de las figuras más representativas del sector de la moda y el lujo, sobre las prácticas vividas y… las amistades que quedarán para siempre. Unos miraban hacia delante y compartían con sus compañeros sus proyectos de futuro: algunos querían seguir formándose, mencionando así su ilusión por seguir en el campus con los campamentos de verano de la Vogue Summer School. Otros tantos ya tenían plaza en departamentos de comunicación, editoriales o marcas, deseosos de dar su primer paso hacia su carrera profesional.
Los presentes formaban parte del Diploma Vogue de Creación y Dirección de Eventos, del Diploma AD en Estilismo de Interior, del Diploma Vogue Estilismo y Producción de Moda y de los tres másteres Vogue: en Dirección de Empresas de Moda y Belleza, en Estilismo y Medios Audiovisuales y en Comunicación de Moda y Belleza.
El evento se desarrolló en torno a una cena tipo cóctel, con platos con distintas exquisiteces, servidas en forma de brochetas, bocados o en cucharillas. A los estudiantes se les propuso una divertida idea para el dresscode: como ya se hizo en mayo con la gala MET, organizada también por VOGUE, homenajear al káiser de la moda Karl Lagerfeld. De esta forma, se inspiraron en las etapas más creativas y emblemáticas del modisto, sobre todo en Chloé y Chanel, añadiendo a su ropa accesorios como perlas, camelias o tules. Aunque no desfiló por la velada ningún Choupette, el famoso gato del diseñador, una estrella en sí misma, sí que hubo alumnos que consiguieron un vestuario tan acertado que parecían sacados de las pasarelas de Lagerfeld.
Muchos de los profesores y miembros del profesorado acudieron a acompañar a sus alumnos en este día tan especial. Ejemplo de ello fue Ana García-Siñeriz, directora de Condé Nast College, Marisa Sarget, directora académica del centro o los estilistas José Juan Rodríguez y Pablo Casado; quienes también visten a las famosas para los Goya.
Al final de la noche, la cabina del DJ se encendió y las luces bajaron su intensidad. La música comenzó a sonar con grandes temas de Rosalía, Quevedo o María Becerra. Los alumnos brindaban con copas de vino y champán, se abrazaban y bailaban hasta perder el aliento, poniendo el broche así a un año inolvidable.
