Es una experiencia totalmente conmovedora y muy gratificante. Conocer y poder vivir la VFNO desde dentro y conocer cada detalle, invitados, cada rincón, cada esfuerzo, no tiene precio.
Hablamos con Bárbara Amico y Ana Sansabas, estudiantes de Condé Nast College que vivieron lo que es preparar un evento de la talla de la Vogue Fashion’s Night Out (VFNO). Ambas estudiaron el Máster VOGUE en Comunicación de Moda y Belleza, lo que les brindó la oportunidad de hacer las prácticas en el Departamento de Relaciones Públicas de Vogue.
El evento tuvo lugar el 15 de septiembre en plena calle Ortega y Gasset con la temática “Living la Vida Vogue”. A continuación, nos cuentan los entresijos de lo qué supone organizar un evento VOGUE.
¿Cómo fue el proceso? Desde el concepto hasta el día del evento.
Fueron meses de mucho trabajo. Cuando empezamos la convocatoria era de unas 200 personas, luego 300, luego 500 ¡hasta llegar a 800! Se nos fue de las manos, pero fue una auténtica maravilla, indagar e investigar. Fue todo un placer comenzar por aquella pequeña convocatoria sin saber lo grande que iba a llegar a ser.
¿Cuál fue vuestra función dentro de la organización del evento?
Realizamos diferentes trabajos y funciones previas al día de la VFNO: gestión de stands, convocatorias, traslados de celebrities…
Es un evento que se hace cada año y se trabaja con cada marca con mucho cariño paraq garantizar el éxito y la visibilidad. Se habla y se busca la mejor opción para que su presencia sea inolvidable.
La convocatoria de VIPs se hace para Casa Vogue y se tienen en cuenta todas las celebrities que encajan con la cabecera y que tengan relevancia ahora.
Una vez llegado el día, hay que estar con mil ojos para que todo vaya correctamente, según lo previsto.
¿Cuál fue vuestra parte favorita del evento?
El día del evento como tal, cuando ya está todo hecho, has solventado todos los problemas y ya puedes respirar tranquila.
¿Cuál fue la mayor dificultad a la hora de llevar a cabo el evento? ¿Y cómo la solventásteis?
La cantidad de gente que hubo este año, no nos lo habríamos imaginado. Tras el COVID, la gente venía con muchísimas ganas de poder volver a vivir y disfrutar de una VFNO, la conocidísima noche Vogue Madrileña.
Por último, ¿alguna anécdota que quieras destacar de la organización?
Es gracioso el tema de las actuaciones. El/la cantante está en la zona VIP disfrutando de la fiesta y tú tienes que estar controlando dónde está y no perderlo de vista porque lo vas a tener que llamar pronto para que se suba al escenario, te sientes un poco stalker.
Pero sobre todo, queremos destacar el buen trabajo del equipo y todos los que forman parte del Departamento de Eventos de Condé Nast: personas únicas, dándolo todo al 200% para que todo fuese como esperábamos.